Su ubicación es ideal y más si vas con niños, ya que se trata de una plaza muy cerrada y muy amplia en donde los niños poder jugar sin miedo a nada y tu poder disfrutar de un agradable tapeo. Fue un tapeo de amigos, en un dia de invierno en el que el sol estaba muy alto y hacia calor!!! Cervezas y tapas es lo que llama en estas situaciones y optamos por Santa Catalina, con una terracita bastante extensa y variedad en su carta de tapas y raciones. El servicio rapido y genial, con personal muy atento y amable y el precio muy en la media de la zona. Las tapas muy ricas, no muy abundantes pero suficientes. Lo aconsejamos por supuesto y volveremos sin duda en nuestra proxima visita a este maravilloso pueblo Sevillano.